Muy común y práctico elemento de fijación y suspensión a paredes de yeso u otros materiales huecos. A pesar de que existan modelos muy diversos de tacos, el principio general es siempre el mismo: una parte expansible en plástico o en metal va introducida en el interior de un agujero practicado en la pared.
Tacos fischer
Esta parte deformable recibe, por atornillado, el cuerpo metálico del taco: el atornillado progresivo provoca una expansión de este parte deformable que va a comprimir fuertemente la pared del agujero y, en consecuencia, crea una notable fuerza de presión sobre el cuerpo del mismo taco, bloqueándolo establemente en su posición.
Cuando el atornillado ha terminado y la expansión está completa el taco queda sólidamente fijado y por lo tanto la parte del mismo que sale fuera de la pared (que puede ser perfilada a gancho, a tornillo, a ojal o en cualquier otra manera) queda en condiciones de sostener pesos u otras tracciones de tipo diverso. Según los empleos para los que se usan los tacos y según el tipo de material con el que está construida la pared, los tacos toman denominaciones diversas.
Los tacos normales tienen el cuerpo a expansión en material sintético subdividido en dos o más elementos, que se ensanchan cuando penetra el cuerpo del taco. Para aplicar un taco es necesario practicar, en la pared, un agujero preciso sin rebabas, del mismo diámetro del cuerpo exterior del taco. Después se introduce la parte destinada a expansionarse y se atornilla hasta que queda completamente bloqueado. Sin embargo, no es conveniente exagerar con la fuerza del atornillado en cuanto que el taco, al expansionarse, ejercita una fuerza notable contra la pared del agujero y podría dañar la pared.
Como para los clavos y los tornillos, existen, como ya se ha dicho, diversos tipos de tacos y, por tanto, antes de realizar un trabajo es conveniente informarse sobre los tipos disponibles y cuales son los más convenientes para determinado tipo de trabajo.
Tipos especiales son los así llamados “tacos de anclaje”, los cuales son especialmente aptos para colgar lámparas u otros cuerpos al techo de las habitaciones, en los que éstos están construidos con ladrillos huecos. Estos tacos, después de haber practicado el agujero, van introducidos en el mismo y una especial doble laminilla se abre (a ancla) e impide al taco de salirse del agujero.